Page 15 - Don’t worry – be healthy

Las estadísticas del Doctor Breithecker muestran un incremento en el número de personas que sufren obesidad, mientras que las ofici- nas son el principal entorno en el que las personas tienen una vida sedentaria. En su opinión, ¿cuáles son los factores principales en los que deberíamos trabajar para combatir esto?
¿Es necesario aumentar, no solo el bienestar físico sino también el mental y psicológico?
D.B. _ Sí, efectivamente «¡Estar sentado te mata! ».
Una amplia cantidad de pruebas muestra que existen vínculos entre el comportamiento sedentario y las principales causas de morbilidad (enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer) y mortalidad, independientemente de los beneficios de cualquier actividad física realizada durante el tiempo libre.
Uno no puede echarle la culpa solo a la silla. El principal factor de riesgo es la inactividad. Debido a que estamos constantemente sentados en sillas rígidas, dejamos de contraer los músculos. Sin embargo, determi- nadas contracciones musculares son el secreto del éxito, ya que activan funciones de interacción físico-mentales y emocionales muy positivas.
Los tejidos fibrosos forman un gran sistema orgánico, que se comunica con todos los órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro.
Una vez que las fibras de los músculos comienzan a moverse, algunas moléculas empiezan a liberarse constantemente (proteínas, enzimas, hormonas) e influyen positivamente sobre el metabolismo de todo el cuerpo. Por ello, los trabajadores se tienen que levantar o mover de for- ma más frecuente. Nuestro principal objetivo tiene que ser estar menos anclados a la mesa, ¡integrar el movimiento en nuestras rutinas diarias! Además, debemos permanecer sentados un máximo de seis horas (y mejor si son cuatro). El resto de la jornada laboral debería pasarse de pie o en movimiento.
¿En qué medida depende el bienestar en la oficina de las caracte- rísticas físicas y la calidad del espacio y cuánto de las interacciones entre individuos?
D.B. _ El bienestar, la atención, la interacción social y la eficiencia men- tal están estrechamente ligadas a las condiciones medioambientales. Esto nos mantiene estimulados positiva y negativamente. Millones de sensores en nuestros cuerpos recogen cualquier información relevante. Nuestro sistema sensorial es el «malabarista» definitivo que nos man- tiene física, mental y emocionalmente equilibrados: debido a nuestra disposición genética, reacciona a la estimulación sensorial procedente de factores naturales. Por lo tanto, cada vez más conceptos espaciales se orientan a la salud, enfatizando la luz del día, la buena acústica y el aire fresco.
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